MERCOSUR - Como era previsible las dudas persisten

Como les decía en mis anteriores comentarios, era muy poco probable que el conflicto que se manifestó en la cuestión más bien formal de la presidencia pro-tempore del Mercosur, fuera a sanjarse en corto tiempo.

Los cambios políticos ocurridos a partir del segundo semestre de 2015 en América del Sur, no podían menos que aflorar -más temprano que tarde- en el seno de un bloque que en los últimos años había ido otorgando cada vez más peso a lo político, en detrimento de la liberación interior de su comercio, que fue la razón de su creación a principios de los años noventa. 

La complicada situación de Venezuela, el juicio a la presidenta del Brasil, las situaciones políticas internas  en el Uruguay y en la Argentina, hacen que un aspecto técnico-jurídico, como la falta de cumplimiento por parte de Venezuela de los pasos que restan para que pueda convertirse en País Miembro del Mercosur, sea además de técnico-jurídica, una cuestión política.

Por ello, hasta que estas tensiones que existen al interior de nuestros países logren algún punto de equilibrio, aunque no sea un punto de equilibrio definitivo, no parece probable que se pueda alcanzar el consenso en el seno del Mercosur.

Como hemos apuntado varias veces en los comentarios anteriores, la regla del consenso para la toma de decisiones de todos los niveles dentro en el bloque, es una regla de oro de la cual no debemos apartarnos. Aunque lograr tal consenso implique, inclusive, más demoras.

Mauricio López Dardaine