miércoles, 20 de marzo de 2013

Are there reasons to actually measure the Carbon Foot-Print of our own Company? - ¿Hay realmente hoy razones para medir la Huella de Carbono de nuestra Empresa?



¿Hay realmente hoy razones para medir la Huella de Carbono de nuestra Empresa?

Por Mauricio López Dardaine


H
ay sin duda no pocas razones de orden moral. Pero eso no es todo.

En estos días hemos sido sacudidos, en el buen sentido del término, por la llegada a Roma de un Papa que piensa que la prioridad es el ocuparse de los pobres. Los pobres de este mundo, nuestro frágil Planeta Tierra, son quienes más sufren a causa de los avatares ocasionados por el Cambio Climático.

El Cambio Climático depende de las emisiones de esos gases de efecto invernadero que son responsabilidad de nosotros terráqueos, y responsabilidad en no pequeña medida de nosotros actuando como empresarios de la industria y también como empresarios del campo. La tala indiscriminada de árboles para lograr el avance no sostenible de la frontera agrícola, en muchos casos para sembrar más soja a un costo ambiental incontrolable, nos dice que no son sólo nuestras ciudades y nuestras industrias las responsables de las emisiones.

R
io + 20, hace pocos meses, puso el acento en la lucha conjunta contra el Cambio Climático insostenible y la reducción de la pobreza impostergable. De Roma, ayer mismo, nos ha llegado un aval incuestionable.

Entonces, como ciudadanos globales, no pueden quedarnos dudas en cuanto la necesidad de reducir la Huella de Carbono que dejamos, causada por conductas que sí pueden mejorarse. Quienes además de ciudadanos trabajamos en empresas y tenemos responsabilidades en ellas, necesitamos quizás algunas razones empresarias que se sumen a las apelaciones morales que están a la vista.

He aquí algunas, para que podamos meditar al respecto:

n     Proyectar hacia la comunidad y hacia el interior de nuestra Empresa una imagen genuina de compromiso con la lucha contra el Cambio Climático;
n     Diseñar programas efectivos de reducción de emisiones;
n     Considerando solamente el proceso de producción, estos programas conllevan aparejadas reducciones de costos de producción, packaging y movimientos internos;
n     Disminuir los riesgos que se ciernen en el horizonte de los Nuevos Mercados Externos, mediante legislaciones que apuntan a gravar el exceso de emisiones asociadas con determinados productos;
n     Si somos productores de insumos o  partes -de productos que se exportan- ayudar a potenciales clientes en su toma de decisiones respecto de  la elección de productores con procesos “más limpios”, ofreciendo información confiable y CERTIFICADA ambientalmente.


Quizás las excepcionales circunstancias actuales sean un buen momento para poner manos a la obra.

En razón de la forma de la atmósfera terrestre, la reducción de emisiones en cualquier lugar de la Tierra, trae beneficios al planeta en su conjunto. Las sequías y las inundaciones, exacerbadas por el Cambio Climático causado por las emisiones de las que somos responsables, afectan principalmente a los más pobres; dejan a regiones enteras que viven del cultivo de la tierra sin sustento y a muchos de sus habitantes sin su techo.

¿Debemos esperar a que todos los países del mundo terminen de ponerse de acuerdo en la COP de 2015 ó 2020 para empezar realmente a hacer nuestra pequeña o grande diferencia a favor de los más necesitados? No parece ser el mensaje que nos llega hoy desde Roma.

Are there reasons to actually measure the Carbon Foot-Print of our own Company?

By Mauricio López Dardaine

There is little doubt there are moral reasons. But there is more to it than that.

These days we have been shaken, in a healthy manner, by the arrival in Rome of a Pope who thinks the poor are our top priority. The poor of the world, of our frail Planet Earth, are those who suffer the most owing to the blows caused by Climate Change.

Climate Change is caused to a great extent by those green-house gas emissions which are our own responsibility. No small responsibility of ours while acting as businessmen associated with both industry and agriculture. Felling trees in order to unsustainably expand our agricultural frontiers, often to grow soy bean at an uncontrollable environmental cost, means it is not only our cities and our factories that cause the emissions.

A few months ago Rio + 20 focused on jointly fighting against an unsustainable Climate Change and for the inescapable reduction of poverty. Only yesterday Rome has sent unquestionable support in the same direction.

Then, as global citizens, we can have no doubts whatsoever regarding the need to reduce our Carbon Foot-Print, caused by conducts that can be improved indeed. Those of us who work in the business world also need some business oriented reasons to add to the moral appeal.

Here are a few, in order to give you some food for thought:

Ø     To project an image of true commitment regarding fighting against Climate Change, towards both our community and our own company;
Ø     To design efficient green house gas emission reduction programmes; when only taking the production process into consideration, these programmes bring about cost reduction in the areas of production, packaging and internal handling;
Ø     To reduce the risks emerging at present on the horizon of New Foreign Markets, by means of legislation aiming at taxing the excessive emission of green house gases associated with certain [imported] products;
Ø     And if we are producers of raw material or parts that go into products that are to be exported, to help our potential clients choosing suppliers with “cleaner” production processes, by offering environmentally reliable and CERTIFIED information.


Maybe today’s exceptional circumstances mean this is the right moment to start working on measuring our own Company’s Carbon Foot-Print.

Because of the shape of our atmosphere, the reduction of emissions anywhere on Earth, benefits our Planet as a whole. Droughts and floods, intensified by Global Warming caused by the emissions we are responsible for, mainly affect the poor; whole regions based on agriculture are left without food and many of their dwellers without a roof.

Are we to wait until all countries on Earth decide to reach an agreement at COP 2015 or at COP 2020 before we begin to make our small or great contribution on behalf of those in actual need? This is by no means the message coming today from Rome.



 

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