miércoles, 19 de junio de 2013

Mercosur: ¿tiempo de cambio? changes ahead?


Si sienten curiosidad pueden visitar tambien el sitio de nuestro Estudio en: www.lopezdardaine.com.ar

Mercosur: ¿tiempos de cambio?

Por Mauricio López Dardaine

À quelques jours du Sommet du Mercosur qui aura lieu à Montevideo au début de juillet, les turbulences sociales au Brésil et le climat qui se réchauffe en Argentine face aux élections de moyen terme, vont sans doute conditionner le dit Sommet.

Mercosur is facing a series of difficulties that have complicated their institutional picture. The temporary suspension of Paraguay a year ago marked the beginning of this sailing through turbulent waters. The postponement of the Mercosur Summit, that was originally scheduled fot this month of June, is a sign of these troubled times within the block. Mercosur cannot, of course, escape from a time of changes in world affairs and world trade. The creation of the Pacific Alliance by former members of the Andean Pact (Chile, Colombia and Peru) and Mexico, formally launched on June 6, 2012, reflects the shift of the world trade axle from the Atlantic to the Pacific. This young Alliance has stirred discrepancies within Mercosur, with Uruguay wishing to join the club at the earliest possible moment. The Summit, rescheduled to take place on July 12, is bound to see the subject discussed either openly or in smaller informal groups. We personally feel that the way Mercosur reacts as a whole to this shifting of world trade (and power?) from the Atlantic to the Pacific, will undoubtedly condition the future of Mercosur.

Social turmoil in Brazil and pre-mid-term election climate in Argentina are bound to have their own weigh as far as short term decision making within Mercosur is concerned. Brazil and Argentina are also waging their own bilateral war regarding import restrictions in Argentina and Brazilian countermoves involving investment.

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We are grateful to the Cámara de Exportadores de la República Argentina for the information here bellow (in brick red).

It shows the reaction of the European Union -and the US- to this shifting of the world trade axle is pointed in the right direction. It ought to give Mercosur's trade leaders food for thought. Here we only wanted to bring the headlines to your attention, friends and readers. But we will go more in depth as from next week. In Argentina a four day holiday (Flag's Day) starts today.
See you next week then!


"President Obama, together with European Commission President Barroso and European Council President Van Rompuy, announced that the United States and the European Union (EU) will be launching negotiations on a Transatlantic Trade and Investment Partnership (T-TIP) agreement. The first round of T-TIP negotiations will take place the week of July 8 in Washington, D.C., under the leadership of the Office of the U.S. Trade Representative.

"T-TIP will be an ambitious, comprehensive, and high-standard trade and investment agreement that offers significant benefits in terms of promoting U.S. international competitiveness, jobs, and growth.
T-TIP will aim to boost economic growth in the United States and the EU and add to the more than 13 million American and EU jobs already supported by transatlantic trade and investment."


Ayer, en una cámara amiga, se suscitó un interesante intercambio de opiniones sobre los momentos que vive el Mercosur y sobre su casi "eterna" negociación con la Unión Europea. También tengo presente el análisis que hacía sobre el Mercosur y la Alianza del Pacífico hace pocos días, Félix Peña. Además están ocurriendo hoy muchas cosas  en los Países Miembros del Mercosur, incluyendo los países suspendidos de manera discutible, los nuevos miembros y los que han presentado su solicitud de ingreso. En las palabras de alguien que conoce esto de muy cerca: “el Mercosur institucional es un caos.”

Caos, dice la Real Academia Española, viene del latín chaos, y este del griego xáos, que significa abertura.

En la vida de los hombres, de las naciones y de los bloques de naciones, caos puede significar un camino hacia el desastre o una oportunidad, una abertura para poner orden en la confusión. Todos los que hemos vivido algunas décadas o simplemente leído con atención un poco de historia, sabemos que es así.

Brasil vive en estos días un interesante caos social en muchas de sus principales ciudades, la Argentina está agitada en la medida que se acercan las elecciones parlamentarias, el Paraguay asoma a un nuevo gobierno, y deberá decidir si da su aprobación parlamentaria al ingreso de Venezuela al Mercosur. La Cumbre del Mercosur se realizará en Montevideo, muy probablemente, el 12 de julio. Con la presencia del Paraguay, anhelamos. Uruguay, más calmo en la superficie, no debe poder escapar a estas tensiones de signos diferentes que viven sus vecinos y socios.

El Mercosur ha pasado por muchas crisis y su acta de defunción ha sido firmada varias veces. No obstante, ha sido desde su fundación un importante vehículo de comercio e inversiones. Mucho más allá de ello, ha contribuido de manera significativa a la integración cultural y física de los pueblos de sus Estados Miembros. Tiene muchas falencias que hemos señalado muchas veces, pero también positivos elementos tangibles, y no tan tangibles, que han conformado una red que no resulta fácil destejer.

Si el caos es en su origen etimológico abertura ¿cuál debería ser esa apertura del Mercosur?  El Brasil siente desde fines de 2010 la necesidad de cerrar el pacto del Mercosur con la Unión Europea. Hoy, la inminencia del acuerdo de la UE con los Estados Unidos funciona como un indicador de que los tiempos, abiertos en Madrid a fines de 1995, están a punto de agotarse. Esta es la natural vertiente atlántica de los países atlánticos que conforman el Mercosur.

Pero el eje del comercio mundial se ha corrido hace un tiempo hacia el Pacífico. Nuestros países tienen sí un comercio importante con China. Pero tener comercio con China es una cosa, y reorientar una parte sustancial de la estrategia comercial e institucional hacia el Asia y Oceanía es algo totalmente diferente. El Mercosur atrasa varios años en ese sentido. Es tiempo de recuperar ese tiempo.

Los problemas que enfrentan hoy los Países Miembros del Mercosur, y su reflejo en el seno del bloque, están dado origen a una discusión saludable sobre su rumbo futuro. Ello será sin duda materia de conversaciones serias en los pasillos de la Cumbre. Esta obligada discusión es la abertura, la oportunidad para hacer los ajustes a que el cambio del paradigma del comercio mundial obliga al Mercosur.

Si los dirigentes de nuestro bloque saben sacar provecho de esta abertura, el caos se habrá convertido en oportunidad.

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