Fuente:
Clarín 3-10-2018
Cambio climático: ¿El fin
del Holoceno?
Nota: Holoceno: época geológica; segunda y última de la era cuaternaria o
neozoica, o, según las escuelas, la última del período cuaternario de la era
cenozoica; sigue al pleistoceno y se extiende desde hace unos 10 000 años hasta la actualidad.
"a comienzos del Holoceno, el deshielo hizo que el nivel
del mar subiera, inundando grandes superficies de tierra" [hoy
el Calentamiento Global está haciendo que aumente el nivel promedio de los mares
y ya hay ciertas islas con problemas muy graves en sus zonas costeras, que son
en general las más habitadas] Fuente: Wikipedia.
5
· En pocos días, importantes acontecimientos han convocado nuestra atención hacia uno de los más apremiantes retos con que nos enfrentamos. Hablamos de Cambio Climático.
·
·
En primer lugar, un oportuno informe de las Naciones Unidas
advirtió que si no limitamos hasta 2030 el aumento de la temperatura global a un
máximo de 1,5 grados centígrados [con relación a la temperatura
promedio del inicio de la era industrial o de la Revolución 1.0], conduciremos
el planeta a cambios peligrosos e irreversibles. Algunas regiones del
globo, en particular al sur, podrían, en ese escenario, experimentar
situaciones nunca vistas en los últimos 10 mil años.
·
Quedó así una vez más demostrado que el cambio climático
constituye hoy una bomba de relojería para la especie humana y que se encuentra
en nuestras manos, en las manos de nuestra generación, evitar una explosión. En
tal sentido, creo que el principal mensaje del informe es sumamente político: líderes, ha
llegado la última hora para actuar.
De hecho, el concierto de las
naciones vive tiempos paradójicos. Por un lado, asistimos a un resurgimiento de
fuerzas unilateralistas y de retóricas autocráticas llenas de soluciones
mágicas. Por otro, resulta
evidente que ningún Estado puede
defenderse, orgullosamente aislado, de amenazas globales como el cambio climático.
No es sólo la fauna y la flora de
la Tierra que están en juego, sino también los indispensables equilibrios
sociales que sostienen el cotidiano de las naciones.
La erosión de la naturaleza podrá
llevar a 200 millones de personas a abandonar su tierra o incluso a su país
hasta 2050, según estima la Organización Internacional de las Migraciones.
Existiendo menos recursos disponibles, será mayor la competencia entre países,
empresas y poblaciones, contexto que conocemos bien de la historia de los
conflictos.
A otro nivel, en resultado del
calentamiento global, las enfermedades infecciosas serán más frecuentes, más
letales y podrán expandirse hacia regiones donde otrora fueron erradicadas,
planteando complejos desafíos a las autoridades.
Asimismo, el calentamiento global
afecta al crecimiento y el desarrollo sostenibles, tal como nos ha recordado la
academia real sueca en la atribución del nobel de economía de 2018.
Uno de los galardonados, William
Nordhaus, denunció en los años 70 que los modelos económicos utilizados por los
decisores políticos subestiman el impacto de las emisiones de gases de efecto
invernadero.
En el mismo sentido, el trabajo
del otro premiado, Paul Romer, ha ayudado a explicar las interacciones entre la
economía de mercado y la naturaleza. Ambos sostienen que el Estado tiene un rol
a desempeñar en el equilibrio y en la generación de bienestar a largo plazo,
cobrando impuestos justos a los contaminadores e incentivando la innovación
tecnológica a través de la concisión de patentes y de créditos fiscales.
Los datos disponibles indican que
el problema climático es todavía más grave de lo que pensábamos y que
disponemos de muy poco tiempo para solucionarlo. Llegados a este punto, si no
se cumple el Acuerdo de París, ni se toman nuevas medidas globales, pronto
tendremos que decretar -tal como ya abogan algunos científicos- el fin del
Holoceno.
Oscar Moscariello es embajador
argentino en Portugal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario