sábado, 31 de enero de 2015

San Pablo y la falta de agua

Viernes 30 de enero de 2015 

San Pablo cortará el agua cinco días a la semana si persiste la sequía en Brasil

 La situación continúa tornándose crítica.

Los tres pilares del Desarrollo Sostenible están siendo afectados simultáneamente: el social, el más delicado que incluye la salud humana; el ambiental que a su vez afecta las cosechas y el económico puesto que falta agua y  energía para las industrias de los estados del sureste como los de San Pablo, Minas Gerais, Rio de Janeiro.

La quinta potencia del mundo, el país más significativo de América del Sur, el mayor socio del Mercosur, enfrenta una crisis que nos aflige como hermanos y socios, y nos preocupa mirando hacia el futuro cercano y el mediano plazo.

Nada podría poner más de relieve los efectos del Cambio Climático ni del Calentamiento Global.

Lo que quizás no todos los lectores de este blog sepan es que la desertificación también existe en no pocos rincones de nuestra fértil Argentina.

Se agotaron los tiempos de mirar para otro lado.

                             Mauricio López Dardaine

This morning, a friend, a reader of this blog, said the papers in Argentina are not actually reflecting the true dimension of the situation. In fact, I was surprised myself while reading a comment on Brazil by a knowledgeable economist this morning, where there was not a single mention with regard to the drought.

MLD





jueves, 29 de enero de 2015

Sequía: agua, energía & industria



La sequía en San Pablo, Brasil, no sólo afecta gravemente el suministro de agua, actual y especialmente el de los meses venideros, sino el suministro de energía y a la industria. 

No se trata solamente de San Pablo, la ciudad, sino también del estado del mismo nombre, y del sudeste de nuestro país hermano.

El Cambio Climático y el Calentamiento Global están ya entre nosotros; la devastación del Amazonas ha llegado demasiado lejos.

En la serie de comentarios que siguen al presente (publicados durante los tres días precedentes) encontrarán ustedes artículos y comentarios referidos a la gente, a la energía y a la industria. Inclusive la preocupación -muy grave- de ciudadanos informados.

Mauricio López Dardaine

fines de enero de 2015 

miércoles, 28 de enero de 2015

SEQUÍA EN SAN PABLO BRASIL- Sécheresse à São Paulo au Brésil - Drought in the São Paulo region in Brazil


Draught in the São Paulo region in Brazil

Talking to a knowledgeable Brazilian friend yesterday, he told me that in spite of daily rains these days, the required level of the reservoirs are extremely worrying. To the best of his klnowledge the water problem that is discussed in the article in Spanish here bellow, is bound to persist. Not less that a year, he says, and maybe as much as three to four years. "Rain water is being lost somehow, somewhere." No wonder Paulistanos are indeed worried these days.
As we say in our short comment in French, these huge cities have a key role to play vis-à-vis Climate Change and Global Warming. Therefore, how São Paulo is able to pull out of their predicament, may set an example for the other metropolis in our Latin America.

Alarma en la industria por la creciente sequía

  • La sequía que golpea la región sudeste inquieta, desde hace meses, a una parte de la industria del país, un sector que ya se vio obligado a activar las alarmas ante una de las peores crisis hídricas de Brasil.
  • Las industrias de San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais, los principales estados de Brasil, trabajan desde hace meses en la búsqueda de soluciones para enfrentar un posible desabastecimiento de agua en los próximos meses, una hipótesis planteada por algunos especialistas ante el bajo nivel de los reservorios.
  • La escasez de agua también alimentó el temor entre los industriales sobre un posible racionamiento de energía, dado que la matriz energética de Brasil depende en gran parte de las centrales hidroeléctricas.
  • "Para la industria, el riesgo de desabastecimiento de agua y de energía eléctrica es un factor más que inhibe la actividad productiva, eleva los costos, encarece las inversiones y, consecuentemente, perjudica el crecimiento de la economía como un todo", subrayó un informe de la Confederación Nacional de Industria (CNI).
  • En medio de este escenario, las industrias del Sudeste comenzaron a implantar medidas para paliar los posibles efectos de la sequía, como la captación de agua subterránea a través de pozos artesanales o la intensificación de la reutilización del líquido. Sin embargo, los industriales todavía no definieron un plan de contingencia común ante una eventual falta de agua en la región más rica del país y el rumbo por seguir continúa indeterminado


La Ville de São Paulo, la Sécheresse et le manque d'Eau
Des amis qui viennent de lire cet article en espagnol sur la Ville de São Paulo, disent à propos de la sécheresse, que la dévastation de la forêt de l'Amazone pèse lourdement comme une des causes de ce phénomène qui a lieu dans une de régions la moins chaude du Brésil. São Paulo représente, en outre, la plus grande concentration de population de l'Amérique du Sud et aussi une inégale distribution de la richesse. Cette ville merveilleuse et complexe, de hauts bâtiments et trafique impossible, représente un défi permanent pour les responsables du Développement Durable, du combat contre le Changement Climatique. Comme il est vrai  que les grandes métropoles ont un rôle clef vis-à-vis du Changement Climatique, la façon moyennant laquelle São Paulo puisse s'en sortir de ce féroce carrefour, sera  un exemple (ou non ?) pour le reste de grandes villes de notre Amérique Latine.
 
La peor sequía en ocho décadas deja a San Pablo sin agua ni luz
Habíamos guardado silencio atentos al muy grave suceso que ha enlutado a la República, que nos sigue conmoviendo; pero el Cambio Climático no da tregua. Mientras Buenos Aires sufre un verano sub-tropical atípico (¿ya quasi tropical?) San Pablo entra en crisis. Ya en 2014 hubo claros anticipos de lo que podía venir; ahora ha sucedido. Hemos dejado pasar los tiempos de prevención. Lo que hasta ayer era una amenaza hoy es una realidad. Han llegado los tiempos de adecuarse al Cambio Climático. Los habitantes de Buenos Aires  lo estamos haciendo, no necesariamente por conciencia ambiental  sino a la fuerza. Adecuamos nuestro diario vivir a los pronósticos y a las sucesivas alertas meteorológicas. Lo mismo le ocurre a quienes veranean en la costa de Buenos Aires. El ejemplo (¿mal ejemplo?) del Brasil anticipa un futuro que ya está entre nosotros.
Mauricio López Dardaine
El bajísimo nivel de las represas provocó varios apagones allí y en otros estados. Piden que la gente ahorre energía.

Fuente: Clarín

Lo que parecía una amenaza se concretó en pleno verano: el agua comenzó a faltar en el centro de la rica ciudad de San Pablo, golpeada por la mayor sequía de los últimos 80 años, que también arriesga el suministro energético de Brasil. La situación en el sudeste del país es “sensible” y “preocupante”, según definió la ministra de Medio Ambiente brasileña, Izabella Teixeira, quien pidió a los ciudadanos que ahorren agua y electricidad.
El gobierno brasileño teme que si no llueve lo suficiente en los próximos meses y no se reduzca el consumo de agua, el suministro en el estado de San Pablo sufra un colapso a mediados de este año, informó este sábado la prensa local. La crisis amenaza también con cortes de agua en Río de Janeiro.
“Lo que viene ocurriendo en el sudeste es totalmente atípico. (Los niveles de los embalses) están por debajo de los del año pasado y por debajo de los registrados desde la década de 1930. Son 84 años de monitoreo y nunca se vio en el sudeste brasileño una situación tan sensible y preocupante”, afirmó Teixeira en una rueda de prensa en Brasilia el viernes, tras una reunión con representantes de siete ministerios para analizar la situación energética e hídrica.
Según señaló ayer el diario Folha de São Paulo, en la reunión se evaluó la posibilidad de que en cuatro o cinco meses queden completamente secas las represas que alimentan al estado de San Pablo, el más populoso del país. Un escenario menos pesimista plantea que el colapso en los reservorios de agua podría producirse en septiembre.
“Es un momento en que todos tenemos un problema sensible, complejo, y necesitamos de la colaboración de todos. Todos tienen que saber ahorrar agua, ahorrar energía”, remarcó Teixeira.
La ministra precisó que el abastecimiento de agua no compete al gobierno federal, pero subrayó que dará el apoyo necesario a los estados para la realización de obras que permitan el suministro de agua.
En este sentido recordó que la presidenta, Dilma Rousseff, autorizó a incluir en el Programa de Aceleración de Crecimiento (PAC) las obras para abastecer el reservorio Cantareira, uno de los más importantes del estado de San Pablo, que abastece 6,5 millones de personas, y que se encuentra en mínimos históricos, a través del desvío del agua de la cuenca del Río Paraíba.
La sequía que afecta al sureste de Brasil ha golpeado especialmente a San Pablo, aunque los estados de Minas Gerais y Río de Janeiro ya han comenzado a sufrir los efectos de este problema meteorológico.
Alrededor de 50 ciudades de Minas Gerais comenzaron a establecer medidas de racionamiento de agua, informó el gobierno regional, y las autoridades locales de Río de Janeiro ya han advertido que los cortes de agua pueden llegar.
El gobierno de Rousseff citará a los gobernadores de los tres estados afectados para que presenten sus planes de contingencia, con los cuales se elaborará una acción conjunta destinada a minimizar los perjuicios a la población.
El gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, descartó que las restricciones del suministro de agua lleguen a la población de su estado, aunque pidió la colaboración de los habitantes de la región para que ahorren agua.
El miércoles las autoridades decidieron desconectar una central hidroeléctrica en el río Paraibuna, en Río de Janeiro, porque el agua está  debajo del nivel mínimo necesario, informó el Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS).
La hidroeléctrica es la principal fuente de energía de Brasil, un país de 200 millones de habitantes. Y la generación de todo el país se concentra en el sur y sudeste, donde está San Pablo y otros grandes centros urbanos e industriales.
El lunes, un apagón afectó a una decena de estados incluidos San Pablo, Río y la capital, Brasilia. Según el ONS, el corte se debió a un alza de la demanda por el calor y a fallas en la transmisión. El martes, Brasil debió importar electricidad de la Argentina para hacer frente a la crisis. El jueves, más de un millón de personas se quedó sin agua en la Gran San Pablo por una falla de energía que afectó a las bombas que distribuyen agua.
                                                                             



miércoles, 7 de enero de 2015

Buenos Aires y el Cambio Climático que llegó para quedarse

Tras un año pasado por agua, prevén un 2015 aún más lluvioso en Buenos Aires
Recomiendan estar atentos a los alertas. Pronostican que aumentarán las precipitaciones, la temperatura y las tormentas fuertes y cortas. En 2014 llovieron 1.575 milímetros cuando la media es de 900.
                                                               

Fuente: Clarín

“Isla de calor”. Así describen los especialistas a la Ciudad de Buenos Aires, por su alta actividad. Ayer, entre las tormentas, estuvo todo el día con el cielo gris plomizo.
Germán García Adrasti

Nota de Mauricio López Dardaine: un amigo muy conocedor del tema me ha escrito a propósito de este artículo de Clarín, que "el reconocido climatólogo, ya desaparecido hace un tiempo, Dr. Profesor José Hoffmann en la década del setenta había publicado artículos sobre 'la isla de calor' en la Ciudad de Buenos Aires, esto bastante antes que se hablara a nivel mundial del 'cambio climático'; ¡¡¡ procuremos imaginar, con todos los aportes científicos actuales, qué está pasando y qué pasará en el corto plazo!!!
 
El año que acaba de pasar quedará en la historia como uno de los más lluviosos. Claro, siempre que el 2015 no lo supere. Es que los especialistas estiman que las precipitaciones podrían aumentar, igual que las temperaturas y las tormentas, que serán cortas pero intensas. El fenómeno llegó para quedarse y recomiendan a la gente estar atenta a los alertas; y a los gobiernos, intensificar las obras de infraestructura.
Si bien el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) aún no difundió las cifras anuales definitivas, confirman que los datos ya son absolutamente superiores a la media y marcan una tendencia en alza: "Buenos Aires fue la región más lluviosa durante 2014 y la sexta más cálida. Además fue un año récord, porque desde 1906 que no se registra tanta lluvia. A esto hay que agregar que 2012, 2013 y 2014 fueron años muy cálidos, no sólo durante la primavera y el verano, incluso también en invierno. Estos son datos que nos hacen prever que hay una tendencia que marca que podría haber más lluvias", explicó a Clarín José Luis Stella, del Departamento de Climatología del SMN.
Al frente de la mañana en el canal de noticias C5N, el meteorólogo Diego Angeli aportó su punto de vista sobre el fenómeno de lluvias, tormentas y temperaturas: "Hay que entender a Buenos Aires como una isla de calor. Un conglomerado conformado por el área Metropolitana en la que viven 12 millones de personas. Más cemento, autos y equipamiento. En Capital, por ejemplo, ya casi no existe la temperatura bajo cero. Por la noche, el calor contenido en la Ciudad no permite que baje la temperatura. A estas circunstancias se agrega el fenómeno de la corriente de El Niño y el calentamiento del Océano Pacífico, que generan más lluvias", explica. También guiado por las tendencias y los informes elaborados por los institutos meteorológicos, Angeli estima que "las tormentas pueden ser, en un futuro, un 30% más severas".
El último informe de previsiones trimestral (diciembre, enero y febrero) da cuenta de estas tendencias. Fue publicado por el SMN y elaborado junto a técnicos del Conicet, del INTA, de la Facultad de Agronomía de la UBA y de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, entre otros organismos. Eduardo Sierra, agroclimatólogo, profesor en la UBA e investigador del Conicet, compartió algunas cifras de 2014 -y de Buenos Aires- que sirven para aportar una mirada hacia lo que vendrá: se estima que llovió unos 1.575 milímetros, unos 700 más que la media, que está en torno a los 900 milímetros.
"Coincido en que el efecto ‘isla de calor' juega un papel determinante. Sin embargo hay otras causas que empeoran esta situación. Una de ellas es el cambio de circulación atmosférica en América del Sur, donde se registran calentamiento del Atlántico y un incremento de la actividad del Polo Sur, donde hay 20 millones de kilómetros cuadrados de barrera de hielo. Entonces, por un lado, aumentan las tormentas severas en las ciudades ribereñas y en la desembocadura del Río de la Plata y por el otro, se genera un quiebre cuando irrumpe el aire polar desde el Sur", explica.
Este fenómeno que describe Sierra habría generado tormentas como la del 29 de octubre, cuando en la Ciudad y el Conurbano hubo ráfagas de viento que volaron decenas de techos y muchas calles quedaron anegadas. En los primeros días de diciembre, una tormenta similar derribó, solo en la Ciudad, unos 200 árboles, además tiró una decena de carteles, dejó cinco heridos leves y cortes de luz en muchos barrios. Por momentos, los vientos alcanzaron una velocidad de casi 120 km.
Los especialistas recomiendan estar muy atentos a la información del clima y a los alertas. "El año pasado sobresalió por lo extremo y existen evidencias de que habrá más lluvias intensas y fenómenos muy severos con granizo y relámpagos en 2015. Es necesario actualizarse, especialmente con los pronósticos a corto plazo", aconsejó Stella.
Pero más allá de los pronósticos, las obras hidráulicas jugarán un papel vital en el comportamiento de la Ciudad y la calidad de vida de los vecinos.                                                                                                  

martes, 6 de enero de 2015

Los riesgos del consumo ilimitado - Difficile chemin vers un accord sur le Climat

Los riesgos del consumo ilimitado

Por Fernando Diez  | Para LA NACION

                                                   


En el largo plazo, estaremos todos muertos[1]. Esa verdad de Perogrullo había sido pronunciada como una llamada a atender la urgencia del corto plazo. Otros tiempos. Ahora, el cambio climático nos plantea una relación con el largo plazo que se ha vuelto urgente.
La amenaza no se cierne tanto sobre nosotros como sobre nuestros descendientes. No se trata de lo que podemos hacer por nosotros, sino por nuestros nietos. En verdad, es al revés, no es que no hacemos nada, sino que lo que estamos haciendo les está dejando una herencia catastrófica, una condena como ninguna otra generación ha recibido jamás.
Nuestro modo de vida moderno, entregado a un consumo sin medida, es la causa de nuestra dependencia brutal de los combustibles fósiles. Padecemos el equivalente a una adicción. Sabemos que nos destruirá, pero no sólo no sabemos cómo evitar esa dependencia, sino que no deseamos saberlo. Preferimos mantener viva la ilusión de abundancia y progreso ilimitado con que nos llenó la cabeza el siglo XX.
El descarte sistemático, la obsolescencia programada y la renovación sistemática, la fascinación con el poder de la máquina y la negación del residuo constituyen algunos de los agentes eficientes que nos llevan a producir una cantidad de gases de efecto invernadero tan descomunal que se acumularon en la atmósfera hasta superar los niveles críticos de CO2 que ya se sabía que no debíamos superar. Esa invisible cortina está calentando el planeta de una forma que será catastrófica, más para nuestros hijos que para nosotros. Y más para nuestros nietos que para nuestros hijos. Los expertos en cambio climático ya no creen posible evitar que la temperatura media del planeta suba más allá de lo deseable.
Aunque se hayan conseguido acordar medidas en la reciente reunión de expertos en Lima. Aunque EE.UU. y China cumplieran con la recientemente prometida reducción de emisiones. Aunque en la programada cumbre mundial de 2015 se consiguieran formalizar los acuerdos para realizar drásticas reducciones de emisiones. Aunque efectivamente esas reducciones fueran acatadas a escala planetaria, aun así el calentamiento global se calcula que ya no será inferior a 2 grados. Eso significa nuevos huracanes, inundaciones y sequías catastróficas, nuevas enfermedades y sensible reducción de nuestra capacidad de producir alimentos. Todo, a un costo hoy imposible de cuantificar.
Pero, si eso no se consiguiera, el calentamiento global podría ser superior. No sabemos cuánto, pero algunas hipótesis lo sitúan en 8 grados para el año 2100. Las consecuencias serían más que dantescas. Temperaturas extremas, derretimiento de los polos, aumento medido en metros del nivel del mar, colapso biológico de nuestras cadenas alimentarias, nuevas enfermedades, menos agua dulce.
La inercia del aparato industrial es tan brutal que nadie tiene el poder ni la valentía de ponerle freno. El ahorro y la disminución del consumo son tabúes para economistas, políticos y organizaciones sindicales. Los gobernantes son funcionales a un corto plazo que mira las próximas elecciones sabiendo que, a mayor consumo, más votos, y a menor consumo, menos votos. Estamos atrapados entre la soberbia industrial del siglo XX, la inercia del sistema y la reflectividad de encuestas que sólo alientan el corto plazo.
En la última década, sólo los países de Europa han conseguido implementar medidas orgánicas comunes para reducir sus emisiones significativamente. La Argentina siguió políticas casi opuestas, fomentando el consumo, subvencionando los combustibles (con 90.000 millones de dólares en 10 años) y la energía eléctrica en forma indiscriminada (para los ricos, que consumieron la mayor parte, y para los pobres, que consumieron la menor parte).
Cuando ya están descubiertas las reservas de petróleo suficientes para producir todas las emisiones de CO2 que a duras penas el planeta puede tolerar en el siglo XXI, gobiernos y compañías petroleras buscan las inversiones necesarias para encontrar más. La Argentina las busca desesperadamente para aplicarlas a la extracción de los hidrocarburos de Vaca Muerta. La reciente baja del precio del petróleo es vista con alarma por quienes todavía piensan como si el planeta pudiera soportar las emisiones de esos nuevos yacimientos que esperan abrirse. Ninguno de los posibles candidatos presidenciales para las próximas elecciones ha dado indicios de tener una agenda sobre cambio climático. Pareciera que todos esperamos salvarnos vendiendo un petróleo cuya combustión destruirá la atmósfera que heredarán nuestros nietos. Nosotros estaremos todos muertos. Ellos, no.
El autor es arquitecto, miembro de la Academia Argentina de Ciencias del Ambiente.


[1] La frase es atribuida a John Maynard Keynes (1883-1946), economista. Nota de MLD

Difficile chemin vers un accord sur le climat
LE MONDE  15.12.2014
 Par Laurence Caramel (Lima, envoyée spéciale)
Le compromis auquel sont parvenus in extremis les 195 Etats membres de la Convention des Nations unies sur le changement climatique, dimanche 14 décembre à Lima, au bout de deux semaines de tractations et trente-six heures de prolongation, n’est pas celui auquel on pouvait s’attendre après l’élan suscité par le sommet organisé par le secrétaire général des Nations Unies, Ban Ki-moon, à New York en septembre puis l’accord bilatéral entre les Etats-Unis et la Chine, en novembre.
Les gouvernements ont fait le strict minimum pour garder le processus de négociations multilatérales en vie, mais pas assez pour convaincre que le monde est prêt à adopter un accord sur le climat ambitieux, équitable et légalement contraignant en décembre 2015 à Paris, comme le relève, à juste titre, Mary Robinson, envoyée spéciale des Nations unies pour le climat. L’objectif de cet accord, qui entrerait en vigueur en 2020, est de limiter la hausse des températures en deçà de 2 °C d’ici à la fin du siècle, seuil jugé dangereux par les scientifiques.
Dimanche, la France, qui endossera la présidence des négociations à partir de janvier, a fait bonne figure. Mais la faiblesse des textes adoptés complique sa tâche et démontre que, derrière les effets d’estrade, la confiance n’est pas là.


 

viernes, 2 de enero de 2015


Soja y petróleo definen el saldo comercial del año




Saludando a nuestros lectores en el primer día [semi] hábil del año 2015, seguimos con el tema de nuestros últimos contactos, el precio del petróleo. Se agrega para la Argentina el tema clave que ha marcado el ritmo de la balanza comercial en los últimos años: el precio de la soja. Agradecemos muy especialmente a PCRAM, que nos mantiene tan bien informados todo el año. Aquí vuelca este artículo de BAE con la opinión de varias consultoras. En los comentarios hubiera querido, personalmente, ver reflejado algo más sobre la influencia del precio del petróleo en las evaluaciones, si bien coincido en que, para la Argentina, el precio de la soja es la variable clave; desde el punto de vista de la exportación, de la economía y también de la política.

Mauricio López Dardaine


Fuente: BAE por gentileza de PCRAM, Argentina

2 de enero de 2015

Los precios de la soja y del petróleo son los dos factores que los expertos marcan como fundamentales para proyectar cómo será la balanza comercial argentina este año.
Por Mariano Boettner

Las últimas estadísticas de 2014 marcarán un superávit menor al esperado, y para 2015 el Gobierno presupuestó un saldo favorable en unos 9.200 millones de dólares. Distintos economistas consultados por BAE Negocios proyectan el comportamiento del sector externo teniendo en cuenta el contexto internacional, en el que también se incluye el nuevo panorama en Brasil, con un real en medio de su proceso devaluatorio más importante de los últimos años, y de la consolidación de China como el nuevo gran socio comercial.
El último informe el Indec sobre la balanza de pagos de noviembre de 2014 arrojó un superávit de 461 millones de dólares, y en el acumulado enero-noviembre contabilizó 6.612 millones, por debajo de los 7.898 millones del mismo período de 2013. Cuando aún faltan los datos de diciembre, el saldo será mucho menor al calculado en el Presupuesto 2014, de 10.452 millones.
Para este año los economistas coinciden en que habrá una contracción de las exportaciones y de las importaciones, e incluso una consultora se refirió a la posibilidad de finalizar el año que comienza con déficit.
Para Abeceb, por ejemplo, la balanza 2014 marcará un superávit de 7.000 millones de dólares, lo que sería una baja interanual de cerca del 10%. Y para 2015 espera 2,2% menos de importaciones por efecto de la menor actividad económica, combinada por menores ingresos de las exportaciones agrarias por mayor volumen pero menor precio, publicó Mauricio Claverí, especialista en comercio exterior de esa consultora.
Mucho menos optimista, Orlando Ferreres directamente afirmó que el 2015 podría terminar con déficit en el sector externo ante “la menor cosecha prevista de soja y que las importaciones están en el mínimo”. La merma del sector oleaginoso sería de 6.000 millones de dólares, que haría finalizar la balanza con números rojos. En el mismo sentido, un informe de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad de San Martín, dirigido por el ex ministro de Economía Jorge Remes Lenicov, afirma que el precio de las commodities privarán a la balanza comercial de 6.000 millones de dólares en concepto de exportaciones.
La consultora Elypsis pronostica una contracción leve para exportaciones e importaciones: 2,3% y 3,3% respectivamente. La expectativa de Gustavo Girado, director de la consultora Asia&Argentina, es que en 2015 el intercambio comercial con el gigante asiático sea igual o mejor que el año pasado. “La cifra final de las exportaciones van a depender del precio internacional del complejo oleaginoso”, afirmó.