miércoles, 28 de enero de 2015

SEQUÍA EN SAN PABLO BRASIL- Sécheresse à São Paulo au Brésil - Drought in the São Paulo region in Brazil


Draught in the São Paulo region in Brazil

Talking to a knowledgeable Brazilian friend yesterday, he told me that in spite of daily rains these days, the required level of the reservoirs are extremely worrying. To the best of his klnowledge the water problem that is discussed in the article in Spanish here bellow, is bound to persist. Not less that a year, he says, and maybe as much as three to four years. "Rain water is being lost somehow, somewhere." No wonder Paulistanos are indeed worried these days.
As we say in our short comment in French, these huge cities have a key role to play vis-à-vis Climate Change and Global Warming. Therefore, how São Paulo is able to pull out of their predicament, may set an example for the other metropolis in our Latin America.

Alarma en la industria por la creciente sequía

  • La sequía que golpea la región sudeste inquieta, desde hace meses, a una parte de la industria del país, un sector que ya se vio obligado a activar las alarmas ante una de las peores crisis hídricas de Brasil.
  • Las industrias de San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais, los principales estados de Brasil, trabajan desde hace meses en la búsqueda de soluciones para enfrentar un posible desabastecimiento de agua en los próximos meses, una hipótesis planteada por algunos especialistas ante el bajo nivel de los reservorios.
  • La escasez de agua también alimentó el temor entre los industriales sobre un posible racionamiento de energía, dado que la matriz energética de Brasil depende en gran parte de las centrales hidroeléctricas.
  • "Para la industria, el riesgo de desabastecimiento de agua y de energía eléctrica es un factor más que inhibe la actividad productiva, eleva los costos, encarece las inversiones y, consecuentemente, perjudica el crecimiento de la economía como un todo", subrayó un informe de la Confederación Nacional de Industria (CNI).
  • En medio de este escenario, las industrias del Sudeste comenzaron a implantar medidas para paliar los posibles efectos de la sequía, como la captación de agua subterránea a través de pozos artesanales o la intensificación de la reutilización del líquido. Sin embargo, los industriales todavía no definieron un plan de contingencia común ante una eventual falta de agua en la región más rica del país y el rumbo por seguir continúa indeterminado


La Ville de São Paulo, la Sécheresse et le manque d'Eau
Des amis qui viennent de lire cet article en espagnol sur la Ville de São Paulo, disent à propos de la sécheresse, que la dévastation de la forêt de l'Amazone pèse lourdement comme une des causes de ce phénomène qui a lieu dans une de régions la moins chaude du Brésil. São Paulo représente, en outre, la plus grande concentration de population de l'Amérique du Sud et aussi une inégale distribution de la richesse. Cette ville merveilleuse et complexe, de hauts bâtiments et trafique impossible, représente un défi permanent pour les responsables du Développement Durable, du combat contre le Changement Climatique. Comme il est vrai  que les grandes métropoles ont un rôle clef vis-à-vis du Changement Climatique, la façon moyennant laquelle São Paulo puisse s'en sortir de ce féroce carrefour, sera  un exemple (ou non ?) pour le reste de grandes villes de notre Amérique Latine.
 
La peor sequía en ocho décadas deja a San Pablo sin agua ni luz
Habíamos guardado silencio atentos al muy grave suceso que ha enlutado a la República, que nos sigue conmoviendo; pero el Cambio Climático no da tregua. Mientras Buenos Aires sufre un verano sub-tropical atípico (¿ya quasi tropical?) San Pablo entra en crisis. Ya en 2014 hubo claros anticipos de lo que podía venir; ahora ha sucedido. Hemos dejado pasar los tiempos de prevención. Lo que hasta ayer era una amenaza hoy es una realidad. Han llegado los tiempos de adecuarse al Cambio Climático. Los habitantes de Buenos Aires  lo estamos haciendo, no necesariamente por conciencia ambiental  sino a la fuerza. Adecuamos nuestro diario vivir a los pronósticos y a las sucesivas alertas meteorológicas. Lo mismo le ocurre a quienes veranean en la costa de Buenos Aires. El ejemplo (¿mal ejemplo?) del Brasil anticipa un futuro que ya está entre nosotros.
Mauricio López Dardaine
El bajísimo nivel de las represas provocó varios apagones allí y en otros estados. Piden que la gente ahorre energía.

Fuente: Clarín

Lo que parecía una amenaza se concretó en pleno verano: el agua comenzó a faltar en el centro de la rica ciudad de San Pablo, golpeada por la mayor sequía de los últimos 80 años, que también arriesga el suministro energético de Brasil. La situación en el sudeste del país es “sensible” y “preocupante”, según definió la ministra de Medio Ambiente brasileña, Izabella Teixeira, quien pidió a los ciudadanos que ahorren agua y electricidad.
El gobierno brasileño teme que si no llueve lo suficiente en los próximos meses y no se reduzca el consumo de agua, el suministro en el estado de San Pablo sufra un colapso a mediados de este año, informó este sábado la prensa local. La crisis amenaza también con cortes de agua en Río de Janeiro.
“Lo que viene ocurriendo en el sudeste es totalmente atípico. (Los niveles de los embalses) están por debajo de los del año pasado y por debajo de los registrados desde la década de 1930. Son 84 años de monitoreo y nunca se vio en el sudeste brasileño una situación tan sensible y preocupante”, afirmó Teixeira en una rueda de prensa en Brasilia el viernes, tras una reunión con representantes de siete ministerios para analizar la situación energética e hídrica.
Según señaló ayer el diario Folha de São Paulo, en la reunión se evaluó la posibilidad de que en cuatro o cinco meses queden completamente secas las represas que alimentan al estado de San Pablo, el más populoso del país. Un escenario menos pesimista plantea que el colapso en los reservorios de agua podría producirse en septiembre.
“Es un momento en que todos tenemos un problema sensible, complejo, y necesitamos de la colaboración de todos. Todos tienen que saber ahorrar agua, ahorrar energía”, remarcó Teixeira.
La ministra precisó que el abastecimiento de agua no compete al gobierno federal, pero subrayó que dará el apoyo necesario a los estados para la realización de obras que permitan el suministro de agua.
En este sentido recordó que la presidenta, Dilma Rousseff, autorizó a incluir en el Programa de Aceleración de Crecimiento (PAC) las obras para abastecer el reservorio Cantareira, uno de los más importantes del estado de San Pablo, que abastece 6,5 millones de personas, y que se encuentra en mínimos históricos, a través del desvío del agua de la cuenca del Río Paraíba.
La sequía que afecta al sureste de Brasil ha golpeado especialmente a San Pablo, aunque los estados de Minas Gerais y Río de Janeiro ya han comenzado a sufrir los efectos de este problema meteorológico.
Alrededor de 50 ciudades de Minas Gerais comenzaron a establecer medidas de racionamiento de agua, informó el gobierno regional, y las autoridades locales de Río de Janeiro ya han advertido que los cortes de agua pueden llegar.
El gobierno de Rousseff citará a los gobernadores de los tres estados afectados para que presenten sus planes de contingencia, con los cuales se elaborará una acción conjunta destinada a minimizar los perjuicios a la población.
El gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, descartó que las restricciones del suministro de agua lleguen a la población de su estado, aunque pidió la colaboración de los habitantes de la región para que ahorren agua.
El miércoles las autoridades decidieron desconectar una central hidroeléctrica en el río Paraibuna, en Río de Janeiro, porque el agua está  debajo del nivel mínimo necesario, informó el Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS).
La hidroeléctrica es la principal fuente de energía de Brasil, un país de 200 millones de habitantes. Y la generación de todo el país se concentra en el sur y sudeste, donde está San Pablo y otros grandes centros urbanos e industriales.
El lunes, un apagón afectó a una decena de estados incluidos San Pablo, Río y la capital, Brasilia. Según el ONS, el corte se debió a un alza de la demanda por el calor y a fallas en la transmisión. El martes, Brasil debió importar electricidad de la Argentina para hacer frente a la crisis. El jueves, más de un millón de personas se quedó sin agua en la Gran San Pablo por una falla de energía que afectó a las bombas que distribuyen agua.
                                                                             



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