Las palabras no sirven en este caso; pero cómo no estar presentes al menos a través de estas líneas, cerca de este país de contrastes, de ancestrales culturas, de maravillosa música, de escritores que han marcado nuestras vidas, como Octavio Paz y su Laberinto de la Soledad, que explica el gran dilema del alma mexicana. Seguramente sólo él podría expresar hoy el sentimiento que nos conmueve en lo más profundo de nosotros.
Alguien con menos letras es incapaz -es mi caso- de encontrar las palabras.
Mauricio López Dardaine
No hay comentarios:
Publicar un comentario