viernes, 31 de octubre de 2014

Precios del petróleo ¿un nuevo orden geopolítico? Pétrole et géopolitique Oil and geo-politics

Petróleo: la caída de los precios perfila un nuevo orden geopolítico global



Cet article de El Mundo  d'Espagne contient une série d'éléments sur lesquels les citoyens du monde, les entrepreneurs, les défenseurs du développement durable,  les analystes politiques, les éducateurs, ne peuvent pas s’empêcher de méditer. Je ne suis pas, comme mes lecteurs le savent, un spécialiste en pétrole. Cependant, mes  années d'appartenance à l'industrie pétrochimique  m'ont obligé à suivre tant les oscillations de la production comme celles du prix de ce qui est la source principale de matières premières pour notre secteur.

Il est mis en évidence, d'un autre côté et cela intéresse à nos lecteurs du point de vue stratégique, un élément qui n'était pas sur le scénario de beaucoup d'analystes  jusqu’ici. Sauf pour ceux qui depuis un certain temps  suivaient le niveau de l'approvisionnement que les États-Unis obtenaient sur la base du pétrole et le gaz de schiste.

Pour ces qui s’intéressent aux jeux de forces à un niveau planétaire, la position stratégique (nouvelle ?) des États-Unis et les problèmes parallèles de pays comme la Russie, le Venezuela et l'Iran, par exemple, signifie que nous sommes  face à un échiquier mondial différent. Ce qui va  affecter aussi - il faudra déterminer dans quelle mesure - le Développement Durable et le Changement Climatique, puisqu'une matrice énergétique avec des hydrocarbures moins chers n'est pas nécessairement une bonne nouvelle du point de vue environnementaux.

It is quite interesting to read what El Mundo, the Spanish paper, says about the new geo-political situation created owing to the development of shale oil and gas resources in the US. How the strategic (new?) position the US has acquired vis-à-vis countries such as Russia, Venezuela and Iran, for example, tend to affect the latter. For Venezuela, the reversal of their former position with regard to oil, means an additional hindrance for an economy in dire straits.

On the other hand, the resulting drop in oil prices is not a welcome news, probably, when one looks at the World energy matrix. From the point of view of Sustainable Development and Global Warming it might mean triggering additional emission of CO2.

Both the shifting geo-political scenario and the influence of droping oil prices on Global Warming, are worth being followed-up rather closely. We intend to do that throught future comments in this your blog.


Este artículo de El Mundo de España contiene una serie de elementos sobre los cuales los ciudadanos del mundo, empresarios, defensores del desarrollo sostenible, analistas políticos, educadores, entre otros, no pueden dejar de meditar. No soy, como mis lectores saben, un especialista en petróleo. No obstante, mis muchos años de pertenencia a la industria petroquímica me han obligado a mantenerme al tanto de las oscilaciones de la producción y del precio de lo que es la principal fuente de materia prima para nuestro sector.
Se pone de manifiesto, por otro lado, y ello interesa a nuestros lectores desde el punto de vista estratégico, un elemento que no estaba en el escenario de muchos analistas hasta hace poco. Salvo de aquellos que desde un cierto tiempo atrás seguían el nivel de abastecimiento que los Estados Unidos iban logrando en base al petróleo y gas de esquistos.
Desde hace un tiempo también la Argentina mira con interés -y honda preocupación ambiental- lo que se está explorando en Vaca Muerta. Aquí, naturalmente, la fuerte caída del precio internacional agrega un interrogante más a la ecuación de una pronta viabilidad en su explotación. Por otro lado, en función de nuestro déficit energético, la caída internacional de los precios implica un cierto alivio para las arcas nacionales.
Para aquellos interesados en el juego de fuerzas a nivel planetario, la posición estratégica (¿nueva?) de los Estados Unidos y los problemas paralelos de países como Rusia, Venezuela e Irán, por ejemplo, implica que estamos frente a un tablero de ajedrez mundial diferente. Que ha de afectar taambién -habrá que determinar en qué medida- el Desarrollo Sostenible y el Calentamiento Global, ya que una matriz energética con hidrocarburos más baratos no es necesariamente una buena noticia ambientalmente hablando.
Por todo ello, en el comienzo del fin de semana, parece muy oportuno leer con atención, e indudable interés, este artículo que nos llega desde España.
Mauricio López Dardaine


Viernes 31 de octubre de 2014 

EE.UU. se encamina a convertirse en el productor de referencia gracias al aumento sostenido de su producción en los últimos años; eso potenciaría su influencia mundial, mientras que debilitaría la de países como Rusia, Irán o Venezuela
Por Alicia González  | El País
 MADRID.- El mercado del petróleo se ha visto sacudido por una especie de tormenta perfecta, una combinación de exceso en la oferta, de demanda más débil de lo previsto y de fortaleza del dólar (la divisa de referencia para el mercado petrolero), que provocó la caída del 25% en los precios del crudo desde junio.
Después de un período de relativa estabilidad, con el barril situado por encima de los 100 dólares prácticamente desde 2011 -115 dólares alcanzó en junio pasado-, parece que los precios se están estabilizando en una banda considerablemente más baja, entre los 70 y los 90 dólares, según distintos expertos, lo que introduce nuevas y profundas variables en el mercado del petróleo y, en definitiva, en el orden geopolítico.
Entre esas variables, quizá la más relevante es el cambio de fuerzas en el escenario geopolítico que se empieza a dibujar, un orden en el que los países tradicionalmente productores de petróleo como Rusia , Irán o Venezuela , golpeados por crisis diplomáticas y complejas situaciones económicas internas, pierden influencia global.
A diferencia de otras ocasiones, Arabia Saudita descartó recortar la producción como vía para intentar sostener los precios e incluso aceptó rebajar los precios a sus clientes asiáticos para mantener cuota de mercado. Otros miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) reclamaron medidas, pero casi nadie confía en un acuerdo para recortar la oferta del cartel en la reunión del 27 de noviembre.
"Si la OPEP no recorta su producción para sostener los precios, ¿quién lo hará?", se pregunta Kevin Norrish, de Barclays. "La OPEP ya no actúa como el productor de referencia del mercado y la oferta de petróleo de Estados Unidos está llamada a ocupar ese lugar", defienden los analistas de Goldman Sachs.
Los altos precios del petróleo hicieron posible la explotación de pozos que exigían técnicas costosas, como la usada en aguas profundas o la fractura hidráulica (fracking). Gracias a eso, Estados Unidos pudo aumentar su producción de petróleo a un ritmo anual de entre 1,2 y 1,4 millones de barriles diarios desde 2011, lo que le permitió avanzar mucho hacia la autosuficiencia energética y convertirse en el productor bisagra, aquel que dicta el rumbo del mercado.
De esta forma, los productores de fuera de la OPEP, con Estados Unidos a la cabeza, han sido capaces de cubrir el aumento de la demanda global, lo que ha diluido considerablemente la influencia de la OPEP, entre cuyos miembros se encuentran Arabia Saudita, Irán, Venezuela y Argelia.
"No hay precedentes históricos de que un país pueda mantener durante tanto tiempo semejantes aumentos de producción. Eso cambió por completo el mercado", explica Antonio Merino, director de la Secretaría Técnica de Repsol y uno de los mayores expertos del mercado energético. "Lo que ahora se está tanteando es el nivel de precios al que Estados Unidos puede mantener no ya la producción petrolera, que ronda los 5,5 millones de barriles diarios, sino los aumentos de oferta de estos últimos años. Yo creo que ese nivel está más cerca de los 85 o 95 dólares por barril que de los 70 dólares", explica.
Hay otros factores que presionan a la baja los precios. Libia, con una producción inexistente en septiembre de 2012, logra colocar actualmente en el mercado entre 800.000 y 900.000 barriles diarios. La toma de varios pozos petroleros en Irak a manos de los jihadistas de Estado Islámico no supuso una interrupción de la producción, de unos tres millones de barriles diarios. Irán anunció su intención de aumentar su oferta hasta los cuatro millones de barriles en marzo de 2015 si logra un acuerdo para eliminar las sanciones internacionales.
Todo ello en medio de un fuerte frenazo de la demanda global, que llevó a la Agencia Internacional de la Energía a recortar en septiembre sus previsiones de incremento del consumo en un 25%, coincidiendo con la alerta lanzada por el Fondo Monetario Internacional sobre el riesgo de una tercera recesión en Europa. El nerviosismo del mercado no se hizo esperar.
El precio del barril de Brent, el de referencia para Europa, llegó a caer 31 dólares, el mayor descenso desde mediados de 2012. Antes de eso hay que remontarse a la crisis financiera de 2008 -cuando la cotización se desplomó un 75%- para encontrar una caída tan pronunciada y tan rápida en los precios. "No creemos que vayamos a ver nada parecido a aquello", admite Norrish. Entonces, el barril de Brent cayó hasta los 36 dólares.
Sin llegar a esos niveles, lo cierto es que el descenso del costo de la energía tiene un impacto notable sobre la economía, en forma de ahorro en la factura energética, de corrección de los desequilibrios externos y de menor presión inflacionaria.
"El saldo neto es positivo para la economía mundial", asegura Andrew Kenningham, de Capital Economics, en uno de sus últimos informes. "Una caída de 10 dólares en el precio del petróleo equivale a una transferencia del 0,5% del PBI mundial de los países productores a los países consumidores y éstos siempre acaban aumentando el gasto. Si asumimos que los consumidores gastan la mitad de lo que se ahorran, una caída permanente del precio del petróleo de 10 dólares impulsaría la demanda global entre un 0,2% y un 0,3%", argumenta Kenningham.
Es decir, una inyección de unos 320.000 millones de dólares a la economía mundial si, como calcula Capital Economics, los actuales niveles del petróleo en torno a los 85 dólares se mantienen hasta finales de 2016.
Tradicionalmente, un descenso en el precio del crudo anima el consumo. Los analistas de Goldman Sachs calculan que el precio del petróleo bajará un 15% en 2015, lo que supondrá una demanda añadida de 200.000 barriles diarios. También propicia un aumento de la confianza y de la actividad a nivel global. Estados Unidos ya se beneficia de unos costos de producción considerablemente más baratos, gracias al gas extraído mediante fracking.
"Pero la situación en la eurozona es muy diferente. Primero, porque una caída del precio de las materias primas va a exacerbar el temor a la deflación en la región y a un nuevo episodio de la crisis de deuda", advierte Kenningham, de Capital Economics. "El impacto sobre el consumo de un petróleo más barato apenas se va a notar y reforzará, en todo caso, los argumentos para un programa de compra de bonos por parte del Banco Central Europeo", recalca.

Quisiera aquí compartir con ustedes el comentario de un amigo y asiduo lector; los más comentarios me llegan a mi e-mail y por ello respeto el nombre de los amigos que hacen dichos comentarios y cuando son valiosos procuro compartirlos con ustedes: "una vez más gracias por recibir, casi en tiempo real, tu interesante artículo sobre uno de los temas de máxima actualidad....., lo que le falta puntualizar al texto del diario español es cuál va a ser el cambio de rumbo que se había insinuado en torno a la posibilidad de ir cambiando la matriz energética por 2 MOTIVOS: a) paulatino agotamiento de petróleo crudo, b) disminución de emisión de CO2 por combustión de fósiles????.
Por lo que se infiere del artículo, sólo el impacto del aumento de la extracción de petróleo será un beneficio económico dado que bajará aun más el precio del crudo...., pero no se contempla el perjuicio ambiental !!!!"  Ustedes habrán observado que en mi comentario inicial me refiero a la necesidad de considerar cómo habrá de afectar este panorama al Desarrollo Sostenible y al Calentamiento Global. También apunto a que la caída de los precios, en función de la recomposición de la matriz energética, no es necesariamente una buena noticia ambientalmente hablando.


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