miércoles, 4 de julio de 2018

DEGRADACIÓN DE LOS SUELOS SEMBRABLES


Y esto no es solamente algo que ocurre en el África o en lugares remotos. El avance indiscriminado de la frontera agrícola para la siembra de soja ha creado zonas desertificadas en varias regiones de nuestra Argentina. Esto no es entonces algo que le pasa “a los otros”, sino algo que nos afecta también directamente a los argentinos, puesto que nuestra mayor riqueza (y nuestro mayor ingreso de divisas) proviene del campo y de la cadena alimentaria. Y, por supuesto, sabemos que los efectos devastadores del Cambio Climático no tienen consideración alguna por las fronteras dibujadas por el hombre.

Mauricio López Dardaine

 

La Degradación del suelo tiene en jaque a más del 40 % de la humanidad

 

Este fenómeno, producto de la actividad humana, está causando extinción de especies, dicen expertos.
Sólo por efecto de la deforestación llegan a la atmósfera cerca del 10 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por el hombre. 


Fuente: El Tiempo, Bogotá

Por: María Isabel Ortiz Fonnegra

26 de marzo 2018 
"Con impactos negativos en el bienestar de al menos 3.200 millones de personas, la degradación del suelo está llevando al planeta hacia una sexta extinción masiva de especies".



De esta forma el profesor Robert Scholes, coordinador junto con el doctor Luca Montanarella de la evaluación de degradación de la tierra a nivel mundial de la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Ipbes), describió la gravedad de los efectos de este proceso degenerativo que reduce la capacidad de los suelos para desempeñar funciones como almacenar y reciclar agua, materia orgánica y nutrientes, en resumidas cuentas, para soportar vida en un ecosistema.



Este fenómeno, causado por la actividad humana, está llevando a la extinción de especies, intensificando el cambio climático y es una de las mayores causas de migraciones humanas.

La evaluación presentada este lunes en Medellín reúne las ideas de más de 100 expertos en el tema y señala que además de perjudicar el bienestar de al menos 3.200 millones de personas en el mundo, la pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos por la degradación del suelo cuesta anualmente aproximadamente el 10 % del PIB global.

De acuerdo con la evaluación, el planeta está en un punto crítico en cuanto a degradación del suelo, principalmente causada por la rápida e insostenible expansión de tierras de cultivo [caso de la soja en la Argentina]; de hecho, se calcula que menos del 25 por ciento del suelo permanece sin impactos sustanciales, y para 2050, los expertos de Ipbes estiman que esta cifra bajará a menos del 10 por ciento.

En la ecuación que tiene al planeta en cuidados intensivos, los ecosistemas que más han sufrido son los humedales, ya que según Montanarella se ha perdido hasta el 87 por ciento de ellos, con más de la mitad (54 por ciento) de las pérdidas ocurriendo solo desde 1900. 

Esto es doblemente grave si se tiene en cuenta que la humanidad enfrenta cada vez más problemas de escasez de agua y que para 2050 se prevé que la población mundial sea de aproximadamente 9.000 millones de personas, un crecimiento demográfico que está generando un incremento en la demanda global de agua a un ritmo del 1 por ciento más cada año.



Es por esto que Scholes agregó que “evitar, reducir e invertir este problema y restaurar la tierra degradada es una prioridad urgente para proteger la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas vitales para toda la vida en la Tierra y para garantizar el bienestar humano".

Reducir e invertir este problema y restaurar la tierra degradada es una prioridad urgente para proteger la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas vitales para toda la vida en la Tierra

Relación con el cambio climático

Por otro lado, el deterioro del suelo está profundamente ligado a otro fenómeno que afecta a toda la humanidad: el cambio climático. La evaluación presentada este lunes evidencia que sólo por efecto de la deforestación llegan a la atmósfera cerca del 10 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por el hombre. 

Otro factor importante que influye en el cambio climático es la liberación del carbono que permanece almacenado en el suelo, en ese caso, sólo entre 2000 y 2009 la degradación de la tierra causó emisiones mundiales anuales de hasta 4.400 millones de toneladas de CO2, indica el informe.

"La degradación de la tierra, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático son tres caras diferentes del mismo desafío central: el impacto cada vez más peligroso de nuestras elecciones sobre la salud de nuestro medio ambiente natural. No podemos darnos el lujo de abordar cualquiera de estas tres amenazas de forma aislada, cada una de ellas merece la máxima prioridad política y debe abordarse conjuntamente”, comentó Sir Robert Watson, presidente de Ipbes.



En sólo 30 años a partir de ahora un estimado de 4.000 millones de personas vivirán en tierras secas. Así lo indicó Scholes, quien agregó que para esa época es probable que la degradación del suelo y el cambio climático hayan forzado a entre 50 y 700 millones de personas a migrar.

Además de las migraciones, "la disminución de la productividad de la tierra también hace que las sociedades sean más vulnerables a la inestabilidad social, especialmente en las zonas áridas, donde los años con lluvias extremadamente bajas se han asociado con un aumento de hasta el 45 % de conflictos violentos ", indicó Scholes.

Por su parte, Montanarella agregó que en el futuro, la mayor degradación ocurrirá en América Central y del Sur, África Subsahariana y Asia, las áreas con la mayor cantidad restante de tierra apta para la agricultura.

¿Nada qué hacer?

Aunque el planeta está en un punto crítico, no todo está perdido. Los expertos de Ipbes señalan que el mayor valor de este informe es la información que le entrega a los gobiernos, empresas, academia y comunidades para tomar mejores decisiones en cuanto a acciones más efectivas contra el deterioro ambiental.

Específicamente en la degradación del suelo debido a la agricultura, el informe menciona experiencias que han permitido reducir sus consecuencias, por ejemplo, aumentar el rendimiento de las tierras de cultivo existentes, en lugar de aumentar la extensión de los cultivos; hacer cambios hacia dietas con menos impacto sobre el medioambiente, como las que tienen más alimentos de origen vegetal y menos proteínas animales de fuentes insostenibles, y reducir la pérdida y desperdicio de alimentos.

En cuanto a los humedales, algunas respuestas exitosas han incluido el control de las fuentes de contaminación y el manejo de los humedales como parte del paisaje. Y sobre las áreas urbanas se incluyen recomendaciones como una mejor planificación urbana, la arborización con especies nativas y el desarrollo de ‘infraestructura verde’.

Aunque el panorama actual es bastante preocupante, aún hay mucho por hacer y en esto tanto los gobiernos como las comunidades juegan un rol determinante. Esta es una de las conclusiones no sólo del informe sobre degradación del suelo sino en general de la sexta plenaria de Ipbes, el evento medioambiental más importante del mundo, que tuvo lugar en Medellín.

MARÍA ISABEL ORTIZ FONNEGRA
Redactora de ELTIEMPO.COM
marfon@eltiempo.com
En Twitter: @M_I_O_F



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