jueves, 27 de diciembre de 2012

Siguiendo con el Ajuste del Carbono en Frontera

Siguiendo con el Ajuste del Carbono en Frontera

Visto desde el punto de vista de los exportadores industriales de América del Sur

Por Mauricio López Dardaine

Debo agradecer muy especialmente a Aaron Cosbey de IISD del Canadá, cuya síntesis sobre el tema “It ain’t easy: the complexities of creating a regime for carbon border adjustment” es el documento cuyas preguntas apuntan a lo que deben plantearse, por ejemplo, los responsables de una empresa exportadora del sector industrial frente a los desafíos del Cambio Climático y el contenido de carbono de sus principales bienes de exportación.

I must especially thank Aaron Cosbey from IISD, because out of his shorter version on Carbon Border Adjustment "It ain't easy: the complexities of creating a regime for carbon border adjustment", a number of questions aim at the heart. Questions industrial exporters ought to ask themselves vis-à-vis the challenge presented by Climate Change and the carbon content of their key export goods.

D
el documento mencionado, página 5, traducimos lo esencial de la cuestión:

“Los regímenes de Ajuste de Carbono en Frontera -en adelante ACF- calculan o bien la cantidad de carbono incorporada en una importación (del país que pone en vigencia tal tipo de régimen) o bien hace uso de un estándar para estimar dicho contenido.
“Los regímenes que intentan realizar el cálculo de la cantidad real de carbono contenido [en los productos que importan] se enfrentan con una serie de cuestiones:

¿Cuáles son los límites de este cálculo?

¿Se trata de cubrir solamente la PRODUCCIÓN del bien, incluyendo todas sus partes constituyentes, o se va a incluir también los gases de efecto invernadero -GEIs- emitidos durante el TRANSPORTE al mercado, su USO/CONSUMO de los respectivos bienes y su disposición final?...”

N
o hay duda que para un exportador que apunta a un mercado donde se está considerando gravar en frontera la diferencia de carbono entre los valores del país importador y los respectivos valores del país que exporta, resulta muy importante saber si se habla sólo de las emisiones de GEIs durante la producción o si se están considerando las emisiones “desde la cuna hasta la tumba” del producto en cuestión, como se dice en la jerga.

There is no doubt that for an exporting firm aiming at a market where government is considering the application of a border tax on the difference of carbon amount imbeded in the imported product, vis-à-vis the amount in the local equivalent good, measurement is crucial. Also investigating whether one is discussing the amount of Green-House Gases (GHGs) emitted during actual production or those emitted from the "cradle to the grave", as the jargon goes. That is the GHGs emitted when producing the raw material, when transporting such raw material to the manufacturing site, when  manufacturing and packing the product in question, transporting said product to its export market and while ensuring final disposal. So before embarking in costly measurment and certification operations, one must be very well informed regarding the form carbon border  adjustment will take in the country of destination.

“… ¿Y deberán estos datos sobre las emisiones de GEIs, casi seguramente aportados por el mismo productor, ser verificados por una fuente independiente?”

A
quí estamos frente a un proceso de medición y certificación de la HUELLA DE CARBONO del producto (mecanismos estos necesariamente independientes entre sí), lo que implica costos no fácilmente transmisibles al comprador, pero sí algo a realizar de manera imprescindible para quien deba exportar ciertos productos. Como hemos comentado en otras notas, en la Argentina, los exportadores de vino están trabajando en ello ya desde 2010. Y no son los únicos.

Ya se trate de estándares (basados en benchmarking) o de medición, es algo que debe realizarse producto por producto.

Aún para una empresa exportadora que quiera adecuarse a lo que se viene, no se trata sólo de decidirse a medir y hacer certificar la Huella de Carbono de sus principales bienes de exportación. Se debe saber primero qué medir y qué certificar. Determinar, en función del mercado al que se exporte, cuáles serán las exigencias de ese mercado en 2013/2014. Los exportadores sabemos que ningún mercado se desarrolla en unos meses, pero sí que en pocos meses puede perderse por completo.

Aquellas empresas para las cuales sus mercados de exportación constituyen su sustento, si aún no están empezando a medir las emisiones de GEIs de sus productos estrella, deberían informarse qué están haciendo o planeando hacer las autoridades en sus mercados externos vis-à-vis los ajustes de carbono en frontera. Recién a partir del análisis cuidadoso y experto de dicha información, podrán optimizar las herramientas de medición y certificación.

De esta manera reducir sus costos a la vez que logran una ventaja en muchos casos decisiva sobre sus competidores actuales o potenciales.

El tema tiene varias otras aristas para explorar, pero creo que para estos días entre fiestas y brindis, lo dicho es suficiente.

Nos espera un 2013 con muchas novedades en este campo del Comercio Internacional y el Cambio Climático.

¡Nos reencontramos en enero!

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