miércoles, 25 de septiembre de 2013

CONSUMO SOSTENIBLE

Consumo Sostenible
¿En palabras sencillas?

por Mauricio López Dardaine

Posiblemente esté buscando meterme en problemas al creer que este tema puede realmente expresarse de manera sencilla. Porque es en realidad algo en lo cual nos jugamos la vida, la vida como especie sobre nuestro frágil Planeta Tierra. Pero nada se pierde con hacer el intento.

Hay algunos autores que dicen, no sin razón, que el Consumo Sostenible está en fase de construcción. Una alternativa que se me ocurre es definirlo por su opuesto: el Consumo NO Sostenible.

Consumo NO Sostenible

Aquel tipo de consumo que NO tiene en cuenta sus efectos negativos sobre el medio ambiente, la persona humana y la sociedad en su conjunto.

Durante el siglo XX los países más ricos del mundo han consumido más materias primas y recursos energéticos NO RENOVABLES que toda la humanidad a lo largo de la historia y la prehistoria[1].

De seguir con este ritmo de consumo no sostenible, según los casos, necesitaríamos dos o más “Planetas Tierra” para “satisfacer” la consiguiente demanda de materias primas y recursos energéticos NO renovables. Ecuación que no tiene solución en el campo de lo real. Lo cual exige una forma de COMPROMISO, compromiso con el cual los seres humanos, en nuestra función de consumidores del siglo XXI, no queremos comprometernos.

“¡Pero, muchachos, se nos acaba el Planeta!”

Hace pocos días volví a ver las primeras escenas de Superman I, en las cuales Jor-El, interpretado por un magistral Marlon Brando, procura convencer al Consejo de los sabios de Krypton que deben evacuar su planeta. Y por supuesto que todos tienen buenas razones para no creerle; para seguir girando en sus órbitas de confort. Por suerte no es cuestión aquí de que nuestro descontrolado ciclo de producción-consumo haga estallar la Tierra, ni mucho menos. Se trata apenas de que es materialmente IMPOSIBLE que sigamos produciendo-consumiendo al ritmo del siglo XX y al actual.

El CONSUMO SOSTENIBLE es una forma nueva y diferente de consumir, distinta y opuesta al consumismo[2].

El CONSUMO es el proceso que forma parte de la vida social y es una función imprescindible de la vida biológica que se da en toda la historia y en toda época. Es el uso que hace el hombre de los bienes o servicios que están a su disposición con el fin de satisfacer sus necesidades.

El llamado Proceso de Marrakech, iniciado en junio de 2003, se basa en las conclusiones de Johannesburgo[3] y se ocupa de este tema de manera específica.

Johannesburgo y el Proceso de Marrakech

El Plan de Implementación de Johannesburgo (PIJ), aprobado por todos los gobiernos en la Cumbre Mundial de la Naciones Unidas para el Desarrollo Sustentable (2002), hace un fuerte llamado al mundo para cambiar los modos NO sustentables de consumo y producción (Capítulo III del PIJ). Este solicita específicamente a los gobiernos que promuevan la elaboración de un marco de programas a 10 años para apoyar y fortalecer las iniciativas regionales y nacionales y acelerar el cambio hacia patrones de producción y consumo más sustentables. Esto se conoce normalmente con el nombre 10 YFP ó marco de programas a 10 años.

¿Qué es el Proceso de Marrakech?

Es un proceso global que apoya la implementación de políticas y proyectos piloto sobre Consumo y Producción Sustentables y el desarrollo de un Marco de Programa a 10 años sobre Consumo y Producción Sustentables. El proceso responde al llamado del Plan de Implementación de Johannesburgo (PIJ), de la Cumbre Mundial de Desarrollo Sustentable, para desarrollar un marco de programas a 10 años que soporte las iniciativas nacionales y regionales para generar cambios hacia patrones de Consumo y Producción Sustentables.
El PNUMA y UNDESA son las agencias coordinadoras de este proceso global, y cuentan con una activa participación de gobiernos nacionales, agencias de desarrollo, sector privado, sociedad civil y otras contrapartes.

Sin duda, como ocurre en todas estas cuestiones, del dicho al hecho hay un largo trecho, y ello no es menos cierto en nuestro Mercosur. No obstante debemos señalar que  en el año 2007 el Mercosur dictó una norma del más alto rango, la Decisión Nº 26/07: “Política de promoción y cooperación en producción y consumos SOSTENIBLES en el Mercosur.”

La verdadera incorporación de la Producción y el Consumo Sostenibles dentro de la agenda del regional recién se produce luego de los compromisos asumidos por los países del bloque en el año 2002 en la Cumbre de Johannesburgo, y al año siguiente en el Acuerdo de Marrakech.

En 2002 se inició un proyecto regional destinado a establecer mecanismos de producción más limpia para pequeñas y medianas empresas. El Proyecto Competitividad y Medio Ambiente fue el que introdujo el tema de la Producción Sustentable.
Luego, en 2007 los países del bloque firmaron la principal normativa sobre estos temas: la ‘Política de Promoción y Cooperación en Producción y Consumo Sostenibles en los países del MERCOSUR’, que fue fruto de la decisión Nº 26/07.
Esta última está dirigida a los sectores productivos del bloque y las demás partes interesadas del ámbito público, privado, y de la sociedad civil. Su objetivo es contribuir a la sostenibilidad económica, social y ambiental de los sistemas productivos, mejorando su eficiencia y competitividad. La norma establece principios, objetivos específicos, lineamientos e instrumentos para promover la producción sostenible y contribuir al perfeccionamiento de las políticas de fomento productivo en el MERCOSUR.
El objetivo de esta política es instrumentar el Acuerdo Marco sobre Medio Ambiente a través del desarrollo de acuerdos sectoriales en cuatro áreas temáticas entre las que se encuentra: gestión sustentable de los recursos naturales, calidad de vida y planeamiento ambiental, instrumentos de política ambiental y actividades productivas sustentables.
La Política de Promoción y Cooperación en Producción y Consumo Sostenibles se encuentra en un proceso de incorporación a la normativa nacional de los Estados miembros del MERCOSUR, por lo que aún no se encuentra vigente. Esta política carece de poder vinculante porque se estableció como política de promoción y no de regulación.
Esta política es de carácter programática y tuvo la intención de comprometer a los países del bloque a trabajar en pos de la creación de políticas públicas vinculadas a la producción y consumo sostenibles. Uno de los instrumentos que propone es la elaboración de ‘programas y proyectos orientados a la inclusión de prácticas de producción y consumo sostenibles en las administraciones públicas’.[4].”

No es sin duda fácil poner todas las normas que surgen del Proceso de Marrakech en pleno funcionamiento. Prueba de ello es que en 2012, desde Rio + 20, se exhorta a la Asamblea General a que tome medidas para que el sistema marco entre en pleno funcionamiento. ¿Haremos nosotros lo mismo que los "sabios" de Krypton?  


[1] De notas tomadas del trabajo realizado por Carlos Pujadas et alia, Aproximación multidisciplinaria al concepto de Consumo Sostenible y descripción de su relevancia para el Desarrollo Sostenible. Propuestas para la aplicación del concepto en las carreras de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Católica de Cuyo
[2] Según el sociólogo Zygmunt Barman, el consumismo es un tipo de acuerdo social que resulta de la reconversión de los deseos, ganas o anhelos humanos en la principal fuerza de impulso y operación de la sociedad. [De las mismas notas y fuente mencionadas en (1).]
[3] Fuente: 4° Reunión de Expertos sobre Consumo y Producción Sustentable de América Latina y el Caribe.Documento preparatorio para la reunión. Octubre de 2007, San Pablo, Brasil.
[4] Fuente citada en (1).

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