martes, 13 de agosto de 2013

La hora del Consumo Responsable - Time has come for Responsible Consumption

¡Ciudadanos a las cosas![1]

La hora del Consumo Responsable

Por Mauricio López Dardaine

I feel we all already know that keeping consumption at today's level requires far more than a single Planet Earth, such as the only one we have available. Residues and rubish, often hard to recycle, often toxic, spell the need for some new kind of approach to our way of life.

This means Responsible Consumption. And Responsible Consumption cannot actually be developped in time to put and end to Global Warming, unless in harmony with Responsible Production. We use the thin excuse that "output and marketing is forcing more and more products on us, defenless citizens of Planet Earth". We seem to have forgotten all about our own free will, all what marketing has taught us about "the client always being right". I know it's easier to be renewing our cell phones, PCs, laptops, I-pads and the like at shorter intervals, whether this makes sense or not. Who cares where all the (still seviceable) junk goes to, how much it pollutes, how almost impossible it is to recycle, how much additional green house gases are sent into our atmosphere in order to produce, package and ship all these new marvelous gadgets without which our life would make no sense? All this when countries like India, China, Rusia and Brazil feel they have a right to enjoy what the formerly developed countries have enjoyed for decades.

It is indeed a moment in the history of mankind when economic development per se is driving us directly towards the extintion of our Earth's resources, more global warming, and no chances of survival, at least no chances of surviving as normal human beings.

The time has come where it has become our duty to force our leaders to look beyond their relatively short terms in office and  readjust their agendas on time. As for us, citizens, Responsible Consumption is the way to secure lives that are worth living for our children and the children of our children.

If you feel this is an exaggeration, please do take a look at the rubish in your own dustbin, you are bound to get a rough idea of what I have been driving at.


Habiendo votado responsablemente, es posible que podamos empezar a tomarnos un tiempo para pensar en el futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos. Junto con nuestras responsabilidades cívicas están nuestras responsabilidades respecto de la continuidad de la Vida en nuestro frágil Planeta Tierra. Aquí tampoco podemos mirar para otro lado.

Este comentario será más corto que los habituales, ya que aún se están terminando de contar los votos y es natural que la gente de empresa y el ciudadano de la ciudad y del campo siga con interés el final de este proceso. Pero no puede olvidar, ni el hombre de empresa, ni el ciudadano, ni el funcionario, que a menos que todos comprendamos cuál debe ser nuestra conducta ética, no quedará Tierra sobre la cual ejercer nuestras funciones como ciudadanos, funcionarios o gente de empresa.

Imagino que todos los que siguen este blog saben a esta altura que de seguir consumiendo como consumimos hoy -con la secuela inmanejable de desechos, muchos de ellos irrecuperables, muchos de ellos tóxicos- necesitaríamos mucho más de un Planeta Tierra para que ello fuera viable.

Hemos escrito varias veces que la tarea de lograr un Consumo Responsable (ajustado a los recursos finitos del Planeta) está ante todo en cada uno de nosotros, en nuestra conducta y en el ejemplo que demos a nuestros hijos y nietos (en muchos casos son nuestros hijos y nietos que nos señalan la dirección correcta).

No se trata  solamente de las emisiones de gases de efecto invernadero que causan un calentamiento global prácticamente irreparable, con consecuencias tales como sequías, inundaciones, huracanes más frecuentes, aumento del nivel de los mares, sino también de los desechos generados por un consumo irresponsable que no puede ser “bancado”[2] por nuestro Planeta. Uno de los casos más notorios y allí donde nuestra conducta compulsiva tiene enorme influencia negativa, es en el consumo de bienes electrónicos. Desde el punto de vista ambiental, los millones de celulares y equipos de computación que reemplazamos sin real necesidad todos los años, hace que la posibilidad de manejar los desechos raye en lo irracional. Hay que reconocer los muy serios esfuerzos de empresas fabricantes y proveedoras de estos bienes para recuperar equipos usados, de una manera ambientalmente más amigable. Pero ¿necesitamos realmente reemplazar nuestros celulares tantas veces y en períodos cada vez más cortos? ¿No pueden nuestros hijos y nietos vivir sin desgastar su vista joven en pantallas electrónicas durante muchas de sus horas de vigilia? ¿Es necesario que crucemos la calle, muchas veces con el semáforo en rojo, mientras “tipeamos” un mensaje de texto o de “WhatsApp”?

El decirnos a nosotros mismos: “son los fabricantes y vendedores quienes nos impulsan a ello” es en realidad una pobre excusa para quienes tenemos libre albedrío para decidir con nuestro voto a quién elegimos y con nuestro bolsillo qué compramos y cuándo lo renovamos. Sí está claro que Consumo Responsable va de la mano con Producción Responsable, pero si libre albedrío tenemos: el consumidor es quien manda. Y ese consumidor es  ciudadano de un Planeta Tierra que ya nos quedó muy chico.


[1] Parafraseando el famosos “¡Argentinos a las cosas!” del inmortal Ortega.
[2] Para los no rioplatenses que lean este comentario, “bancado por” significa aquí soportado por.

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